“Estoy disfrutando el momento. Mientras uno pueda dar el máximo en el club que le abre las puertas, la edad es solo un número. Estoy con mucha ilusión para este desafío”, añade Campestrini, alguna vez seleccionado argentinoy quien viene de jugar en el Cancún FC, conjunto de la segunda categoría de México.
– ¿Por qué dice que es su mejor momento?
– Hace muchísimos años que me cuido y trabajo en todos los aspectos. Entreno con mucha disciplina. Entonces, encuéntrame en un gran momento y no de la boca para afuera. Me siento muy bien, y te repito: tengo una ilusión muy grande. Para mí, tanto en lo personal como en lo grupal, es muy lindo el desafío de llegar a Barnechea.
– ¿Realmente se siente de 41 años o piensa que tiene menos?
– Muchísimo menos. Te doy un ejemplo: tuve la suerte de atajar cinco años en el fútbol mexicano y el gran ‘Conejo’ Pérez, que atajó en Mundiales para México, se acabó a los 46 años atajando en un nivel extraordinario y saliendo campeón con Pachuca. Esto es más mental… Es no perder ese espíritu amateur y seguir trabajando como si fueras un cabro de 20 años.
– ¿Cómo definiría su carrera?
– Ser un luchador de un camino que fue y es lindo. Que llegue un desafío a los 41 años, no se da porque uno es lindo, feo o buena o mala persona. Llega porque uno ha hecho un recorrido en su carrera.

En 2019, Cristian Campestrini jugó en el Everton. Aquí, una foto de un duelo ante Colo Colo en Macul.
RAMÓN MONROY (FOTOSPORT)
– ¿Hasta qué edad se proyecta jugando?
– Hasta que el corazón y las piernas digan basta. No tengo un limite. Voy por casi 21 años como profesional y las ganas las tengo intactas. Cada día me levanto con muchísimas ganas, entonces Dios dirá. Cuando el diga ‘basta, Cristian’, será el momento. Mientras tanto, me siento con muchas ganas de afrontar este desafío.